Oscars 2018: «El Hilo Fantasma», Encanto escalofriante y psicología perversa

Paul Thomas Anderson nos trae este drama, con toques de inquietud y de verdadera angustia emocional que está perfectamente actuado por Daniel Day Lewis y Leslie Manville.

Sinopsis:

Ambientada en los años 50, un famoso diseñador, Reynolds Woodwock (Day-Lewis), se «enamora» de una joven camarera llamda Alma (Vicky Krieps) que la cautiva y la lleva a vivir a su extravagante y, misteriosamente inquietante casa donde descubrirá su lado más pérfido y oscuro.

Ficha General:

Dirección: Paul Thomas Anderson.

Guion: Paul Thomas Anderson.

Reparto:

  • Daniel Day-Lewis es Reynolds Woodcock.
  • Lesley Manville es Cyril Woodcock.
  • Vicky Krieps es Alma.

La película está nominada a: Mejor Película; Mejor Director; Mejor Actor (Day Lewis); Mejor Actriz de Reparto (Manville); Mejor Banda Sonora y Mejor vestuario. En total, 6 nominaciones.

Hay producciones que guardan inexplicables misterios, que solamente al ser vistos pueden ser comprendidos. Otros, incluso, ni siquiera así logran ser vistos. El nuevo film del talento de Anderson no escapa a esta percepción de extraña quietud, elegancia sombría y de si ser esto una representación de algún sueño, debe ser, en realidad, de una pesadilla.

Y a pesar que no encontremos algo sobrenatural per se en el desarrollo de la película, sí que tenemos suficiente con los protagonistas. Lewis es quizá el mayor talento de la interpretación y aquí, en un papel asquerosamente egocéntrico y tirano, casi desalmado aunque indefenso al hablar de su madre o sus flaquezas, brinda una actuación tan profunda como admirable, donde no podemos imaginarnos un mundo distinto a el que él impone en su soberbio andar. En el mundo de la moda de Londres, al parecer, es el Rey soberando donde, también es prisionero de su castillo, de sus vestidos, de su propia perfección. Se siente, más allá de lo infame de su comportamiento, ese verdadero tormento que siente su alma y se plasma en tan barata solemnidad inglesa.

Y es ese el ambiente que a uno le da por pensar en monstruos, vampiros ocultos en la casa o algo. Y aunque estos no están, no son necesarios, pues ese espíritu del señor Woodwock basta para inquietarnos durante toda la película, donde su querida hermana -una no menos espectacular Leslie Manville- como una -también no menos- siniestra extensión de él mismo, como verdaderos hermanos gemelos de espíritu. Y de este indisoluble dúo, aparece Alma -la también destacable Vickie Kreps- que lucha por destruir ese halo de recalcitrante tenebrosidad, donde busca ganarle a toda la casa y sus dueños, partida que pierde, pero no por simples razones. Una lucha contra el lado oscuro de la persona que la gana… con otro lado oscuro.

Podríamos analizar más: Cómo esta película se vuelve por momentos una crítica insufrible al mundo del modelaje o la «perfección», cuando Retyolds le toma las medidas a Alma, o hasta llegamos a esa locura macabra de lo sexual y lo desechable -que sea solo una musa más que encontrará en su trabajo- (Yo llegué a sospechar de un perturbador romance entre hermanos o algo así). No obstante, el film -para mí, lastimosamente- en un aspecto que aunque sea repentinamente interesante, me lo aleja del puntaje perfecto.

Lo que nos lleva a rozar el drama policíaco y el suspenso es ese amor tóxico que tienen los protagonistas y que, si ya no tenía todo para inquietarnos con la banda sonora majestuosa para el film de Johnny Greenwood (sí, el guitarrista de Radiohead) que no para de sonar y meternos en el mundo de la casa Woodwock, que desde la primera escena es un suplicio muy elegante de ver gracias a su preciosa fotografía y una excelente producción en cuanto a los vestuarios y elementos estéticos.

Ese idilio enfermizo de amor-odio, de toxicidad necesaria para rubricar un amor que, por donde se lo mire, está condenado al fracaso y que aún así, resiste a ser terminado. Aquí es donde llegamos al gran misterio. Hasta qué punto se puede llegar por el amor no parece ser la pregunta más adecuada para responder la cuestión ¿Es amor? ¿Cuál es la diferencia entre amor y obsesión? Ciertamente, hay misterios que quedan suspendidos en el aire, quién sabe si no se deba a los abominables hilos de hermosa tela que llamamos destino.

Quedamos en el aire, boquiabiertos ante lo visto y es difícil procesar realmente todo lo que pasó por la retina. Si vale decir, es un drama portentoso desde lo visual y solo superada por su vil psicología donde los tres protagonistas se roban -principalmente Lewis y Manville- el aplauso y el aliento el una película que capaz (para algunos) peque de tendenciosa, pero que jamás podría pecar de ser vacía y sin sentido. Es una obra que toca la hebra más sensible sin que lo hayamos sentido, ni entendido siquiera.

Calificación: 9,6/10.

Víctor Miguel Duarte Ovejero.

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